El horno

Ya va empezando el frío aquí en España y qué mejor que hablar de “el horno”.

Este electrodoméstico en verano, “cuesta trabajo” de encender, porque no apetece sentir más calor, de la que ya hace por el propio clima; pero cuando llega el frío… es una delicia “cobijarse” a su lado, obviamente gracias también a lo que se cocine en él.

En este post encontrarás una guía completa para saber qué horno comprar.

Primero, un poco de historia sobre el horno

Como siempre, todo parte del hombre primitivo y de su evolución; desde que se inventó el fuego, el hombre siempre buscó la mejor manera para cocinar y se podría decir que, agujeros que hacían en la tierra, ataviados de palos para hacer fuego, fueron los primeros prototipos de hornos de leña.

En el 5000 – 6000 antes de Cristo, en Oriente Medio aparece, ya sí, un utensilio de barro a modo de vasija acampanada, donde metían el fuego y así cocinaban.

Con este horno, en este momento, se hizo por primera vez PAN. (PAN atiende a las iniciales de Primer Alimento Natural).

Este horno realmente básico, hoy día lo siguen usando en la India y Pakistán, un poco más evolucionado al primitivo y se llama tandoor.

De aquí hasta nuestros días

Fue en el 500 – 400 antes de Cristo, en la época de los griegos, cuando el horno “pega un salto” evolutivo y aparece un horno de estructura diferente, aunque basado en el tandoor, que tenía hasta solera (suelo del horno). De esta forma, era mucho más práctico y se concentraba más el calor.

Los griegos, como se dijo en el post “el mueble en la Grecia antigua”, daban mucha importancia a la ergonomía; quizás algún día, hable sobre esto.

Y fue en la época romana, cuando el uso del horno se extendió por todo el mundo.

Este horno de leña, el de diseño griego, es el que disfruta muchos hornos y restaurantes con cocina de leña; es curioso, pero este horno lleva 2500 años sin evolucionar… por algo será.

Un poco más de evolución… ese el de leña y el actual?

El horno tal como lo conocemos hoy día, no es creado hasta el año 1879 por el alemán Karl Wilhelm Siemens; destacar que antes de llegar el diseño del señor Siemens, el horno pasó por otros tipos de materiales, a la hora de su fabricación, desde: ladrillos, mampostería, hierro… y los métodos de funcionamiento, también fueron varios: carbón, gas… este último, a la salida del eléctrico, con él compitió.

Ahora el horno de nuestros días: horno a gas o eléctrico?

Bueno, evidentemente como más eficiente es el horno eléctrico y será el que yo “desglose”, pero hay personas que no se resisten a dejar de usar el horno a gas, por conservar el sabor tradicional del horneado; todo es respetable.

El horno electrónico: qué modelos existen actualmente?

Existen cuatro modelos: convencional, multifunción, hornos a vapor y hornos compactos microondas.

Horno convencional: es el horno más básico y por lo tanto, más fácil de usar y también, más económico. Solo tiene tres funciones: calor arriba y abajo, calor abajo y grill. Si no eres muy de horno y lo quieres para un uso esporádico, de vez en cuando y solo precisas hornear comida en “plan básico”, calentar, gratinar y poco más… esta es la mejor opción.

Multifunción: estos hornos, tienen más de 3 programas, son más avanzados que los anteriores, tanto en programas como en eficiencia energética, puesto que el calentar lo hacen en un 30% más rápido. Normalmente, este es el horno que todo el mundo suele comprar. Si vas a usar frecuentemente y recetas más elaboradas, que requieran de determinados programas, esta es la mejor opción.

Hornos de vapor: es un horno multifunción igual que el anterior, al cual, añadió la función vapor; obviamente, más avanzado, más costoso… pero merece la pena, si eres de hacer recetas muchísimo más elaboradas y exigentes, que las que se hacen normalmente con un horno multifunción.

Por ejemplo…

Elaborar pan sin tener que andar poniendo un recipiente con agua, en el fondo del horno para generar vapor de forma, dijéramos, manual.

Estos hornos a vapor, cuentan con un dispensador de agua para que tú viertas en él, valga la redundancia, agua y así él solo y accionando la función vapor, genere automáticamente vapor de agua.

Las recetas que hagas con esta función, necesitarán menos grasa (porque no hay un calor seco para cocinar que reseque el alimento) y por lo tanto, serán mucho más saludables y además, se harán en menos tiempo, ya que el vapor de agua generado, dentro de la cavidad del horno, hace de conductor, para que le llegue mejor el calor al alimento (el agua es conductor de electricidad y calor).

Es un calor húmedo y mantendrá todas las propiedades y la jugosidad, del propio alimento.

Horno microondas: estos hornos, además del horno con sus programas básicos, es microondas, para no poner en tu cocina un microondas independiente.

Una vez elegido el tipo de horno, qué mirar?

En primer lugar, una vez elegido cuál de los cuatro hornos anteriores, se adapta mejor a ti, mira tamaño y color.

Los hay de medida estándar, 60 cm× 60 cm (ancho × alto}; los compactos, que son de 60 cm× 45 cm (ancho × alto); y los de medidas especiales, que miden 90 cm x 45 cm (ancho ×alto).

En qué varían? pues aparte de las medidas, varía en la capacidad interna; viene marcada por litros. Así que fíjate en ellos y piensa en tus necesidades, para el día a día de su uso.

Si no vas a cocinar gran cantidad, no importa que tengas poca capacidad.

Aclarar que muchas veces, tanto las medidas compactas como las especiales, por aquello de ser “diferente”, dijéramos, a lo convencional, son más elevados de precio.

Esto respecto a las medidas…

Y respecto al color, acuérdate que debe ir acorde al diseño de tu cocina (+ info en “la cocina”).

Después seguimos con los programas de cocinado, en el mercado existe infinidad de programas, dependiendo de lo que vayas a hornear… incluso hay hornos con programas preinstalados, que tú accionarás y te olvidarás de elegir la temperatura y tiempo de cocción, el horno lo hace todo por ti.

Obviamente y por lo tanto, como siempre, más avance más costoso el horno, pero en ocasiones sinceramente y sin duda, merece la pena si es que realmente le vas a dar uso, sino… para qué invertir?. Siempre sea lo que sea, adapta tu elección a lo necesario, por eso revisa bien sus características, porque hay programas adicionales, para todos los gustos.

Hay marcas que puedes cocinar hasta en baja temperatura o desecar alimentos o cocinar en horno de leña o preparar postres lácteos… todo esto es súper práctico que esté reunido en el horno, todas estas funciones, para no tener que ir adquiriendo otros aparatos adicionales, ocupando así, un sitio en tu cocina.

Los programas básicos suelen ser: calor arriba y abajo, calor abajo (solera), horno + grill, horno + turbo y horno+ turbina.

Todo lo demás, son adicionales que, sin duda y te lo vuelvo a repetir, ayudan muchísimo en la cocina.

Una aclaración…

En primer lugar, quiero aclararte algo. Todo lo escrito aquí, toda esta información, no sale solo de los conocimientos como profesional de la decoración de interiores, sino que está equilibrado con mis conocimientos en cocina, gracias a mi pasión por cocinar; ya lo dije en otro post, creo que fue en el de “la batería de cocina”, que por cierto, te recomiendo que leas… que yo llevo cocinando desde muy joven y tengo ya casi 20 años (a día de hoy) de experiencia, en el mundo de la cocina.

Por circunstancias de la vida, “ha caído de todo” en mis manos, referente a tipos de toda clase de electrodomésticos, o sea que cada cosa o tema que escribo, está escrito y certificado a conciencia por mí, si no, no lo escribiría… sé de lo que hablo, no es un corta y pega… todos son mis conocimientos, con mi experiencia.

Dicho esto…

Turbo y turbina, no es lo mismo?

No, para nada. Hay muchas marcas que tienen solo turbo, otras que tienen solo turbina y hay otros modelos, en que las dos opciones se combinan.

Turbo, es para poder cocinar en dos bandejas al mismo tiempo. Este programa turbo, esta función turbo, genera 20 grados más a la temperatura que pongas… es decir, si pones 180 grados, en realidad serían 200 grados.

Y la turbina, es para repartir homogéneamente el calor, por toda la bandeja única que introduzcas; esta opción excede la temperatura en 10 grados.

Todo esto tienes que tenerlo en cuenta, a la hora de seleccionar la temperatura y el tiempo de cocción.

También hay modelos de hornos, que combinan las dos opciones anteriores y a eso se le llama “cocción 3D”.

En algunos modelos, su panel de control, no especifica turbo ni turbina, sino que viene representado por unos símbolos; pero eso no te preocupes, vendrá como todo explicado en el propio manual de instrucciones.

De todas formas aclarar que, no todas las recetas requieren cocinar con turbina, por ejemplo el hojaldre, por decirte algo, no se puede aunque tú pienses que así se distribuye mejor el calor.

Qué más hay que tener en cuenta en el horno?

En su panel de control y aquí nos fijamos en sus mandos y en su pantalla, si es que la tiene, pues hay modelos que son tan básicos, que carecen de ella.

Existen diferentes tipos de mandos: fijos (tienes que girar para accionar y se quedan vistos en el panel); escamoteables (los giras para accionar, pero se ocultan quedando a ras del panel de control); táctiles (se accionan con la huella digital); y hay modelos que solo tienen un mando giratorio y capacitivo, en su parte central, que se llama mastery, que puedes con él controlar todo el horno.

Y puede ser que el horno, no lleve o lleve pantalla. Algunos modelos avanzados, llevan una pantalla LCD a color; otros simplemente, pantalla LED monocromática; y otros, que ni llevan… solo el grupo de mandos, decoran su frontal.

En modelos rústicos, cuentan con un reloj analógico y hay otros modelos básicos, que solo cuentan con un reloj digital.

Más detalles…

Las guías de sujeción. En el interior del horno hay unas guías, unos carriles para posicionar a diferentes alturas la bandeja. Cuando la receta necesite cocinarse, antes por dentro que dorarse, irá colocado en el nivel inferior, es decir, en el nivel 1 y cuando necesite un calor equilibrado, irá en el medio y cuando sea solo dorar irá arriba del todo.

Date cuenta que el horno podrá tener una temperatura entre los 40 grados y los 300 grados (en algunos modelos), pero que esa temperatura, está repartida entre las dos resistencias… a no ser, que pongas el programa “calor abajo”, que en este caso sí daría, esa resistencia, el calor total y no repartido.

En base a esto…

Depende de las recetas así deberás de ubicar las bandejas en los carriles.

Estos carriles pueden ser: fijos, telescópicos o carro.

Los fijos: están, como su nombre indica, fijos al interior del horno y no tienes ninguna “ayuda” adicional para introducir la bandeja.

Los telescópicos: los raíles donde van las bandejas, se pueden sacar fuera del horno para colocar sin esfuerzo, la bandeja en su interior (esto es en teoría, tengo la experiencia por lo menos en la marca de mi horno, que sinceramente este sistema entorpece más que ayuda; y no, no debo decir la marca… mejor dejarlo así).

Los de carro: la puerta, no es abatible ni de apertura lateral, como otros modelos, sino que se abre a modo de cajón (para que me entiendas) y con esta apertura, así de esta manera, también se sacan hacia el exterior los apartados, donde irá la bandeja para facilitar su colocación y su posterior entrada al horno.

Hablando de bandejas…

Normalmente, vienen con el horno, tres tipos: la parrilla, la bandeja pastelera (menos profunda) y la de asar (más profunda).

Tú deberás usar cada bandeja, dependiendo de la receta: si es que quieres que se concentre más el vapor o menos; esto es como el uso de la olla y la cacerola… no es lo mismo cocinar en uno, que en otro.

Más características en el horno, que debes de tener en cuenta.

Si miramos las características, especificaciones, de un horno aparte de observar todo lo mencionado hasta ahora y que si tiene puerta fría y cuántos cristales la componen (más cristales, más fría estará la puerta a la hora de cocinar), si tiene booster (es una función para precalentar el horno en menos tiempo), descongelar, mantener o calienta platos (función que tanto sirve para mantener la comida caliente o levar masas con levadura de panadero)… también, hay que mirar sobre todo dos características, que no se te pueden pasar por alto, como son: la potencia y el consumo.

La potencia del horno viene dada por vatios (w) y puede haber desde 2600 a 3600 w aproximadamente (por lo menos hasta el día de hoy).

Por qué es importante?

Es algo crucial para saber cuán potente es el horno y cómo será de estable, para llegar a conseguir la temperatura real.

Te explico, si no vas a hacer muchas recetas que necesiten una temperatura fuerte, constante, no importa adquirir cualquier horno, sin fijarse en la potencia; pero si en tu caso, vas a hacer bizcochos, incluso bollería, pan… que son recetas, que necesitan de una potente fuerza caliente y que se mantenga estable, menos de 3000 w, no te lo aconsejo, te lo digo por experiencia.

Estos hornos, los de menos de 3000 w, no dan la temperatura real y tendrías que aumentar la temperatura de la receta en 10 grados… como lo lees.

Por eso, hay personas a las que les funciona mejor el horno que a otras, es debido a la potencia; algunas personas, hacen la misma receta en menos tiempo, que otras… por eso siempre se dice “que cada horno, es un mundo”.

Otro factor a tener en cuenta

El consumo. El horno, es electrodoméstico que más consume… así que, toca invertir un poco de dinero a la hora de comprar el horno.

Te recomiendo que elijas mínimo A+, si es que lo usas bastante. Para saber cuánto gasta, fíjate en los Kw/h y multiplica por el precio de lo que cuesta, para tu caso, el Kw/h.

Más tecnología cada día

Así es, cada día los electrodomésticos avanzan muchísimo y poseen tecnologías que hacen el cocinar mucho más sencillo y confortable, como la opción de interactuar con el smartphone o tablet, como otros que tienen la opción de comprobar a qué temperatura está el interior del alimento mediante una sonda (el alimento nunca alcanza la temperatura, a la cual, ponemos el horno; dependiendo del alimento, alcanza una temperatura u otra; ejemplo: un pan horneado a 200 grados, su interior puede alcanzar 92 grados).

Hay otros que son capaces de cocinar en la parte de arriba a unos grados y abajo, a otra temperatura… hasta otros que hacen esconder su puerta, hacia dentro del horno, para que no sea un obstáculo cuando introduzcas la bandeja… y así podría decir infinidad de tecnologías, tú elige la mejor que se adapte a tus necesidades.

Solo un detalle más…

Referente a la apertura de la puerta, aparte de los de carro, mencionados anteriormente, está el sistema convencional de puerta abatible y también está, el de apertura lateral como si fuera un microondas.

Otra cosa, también aclarar para que lo tengas en cuenta (aunque esto ya cada vez, está en menos uso).

Si los mandos de la placa de cocina, están en la propia placa de cocina, el horno que adquieras será un horno independiente (opción frecuente), en el panel de control solo aparecen, los botones del propio horno.

Pero si la placa de cocción, no lleva los botones propios (opción en desuso) tendrás que comprar un horno polivalente, esto es que, además de tener los mandos propios del horno, también incluye los de la placa de cocina.

Ya solo queda la limpieza en el horno

Aquí hay tres formas de limpieza: catalítico (autolimpiables), pirolíticos e hidrolíticos.

Los catalíticos o autolimpiables, son los que vas cocinando y al mismo tiempo, se van limpiando solos; el revestimiento de las paredes, es especial y no dejan que la grasa ni la suciedad, se incrusten. En este horno, dijéramos, te olvidas de la limpieza… aunque, como es lógico, de vez en cuando hay que pasarle una bayeta.

El pirolítico, después de cocinar y vaciado el horno, activa el programa oportuno que marca la limpieza y cuando el programa termine de limpiar, con un trapo húmedo tendrás que recoger los restos carbonizados, por las altas temperaturas del programa de limpieza.

Cuidado…

Este programa alcanza una temperatura de 500 grados y tarda en limpiar, una hora. Este horno, (esto que voy a decir ahora, pasa con todos los hornos, pero más concretamente con este) no es recomendable poner al lado del frigorífico, debido a las altas temperaturas que alcanza; silo ubicas a su lado, el motor del frigorífico trabajará más y acabará estropeándose y además, este horno (aunque debería hacerse con todos los modelos, yo cuando diseño una cocina tengo la costumbre) precisa sí o sí, de una regleta de respiración en su parte superior.

Los de hidrólisis, se limpian con un vaso de agua que vaciarás directamente en el horno; sus paredes, están diseñadas para que, con el vapor de agua creado por el propio agua vertida y seleccionando el programa de limpieza, después de solo 20 – 30 minutos, los restos se desprenden solos de las paredes, tú solo tendrás que pasar una bayeta, para recoger los restos.

Hay modelos que admiten añadir unas gotas de lavavajillas, una maravilla.

Una pequeña conclusión

Como habrás visto, hay que estar pendiente de todos los detalles; estamos hablando de un aparato, en el cual, vamos a cocinar alimentos que después vamos a ingerir… que no es cualquier cosa.

No te digo marcas, no te quiero condicionar; es mejor que elijas tú, en función de lo aquí escrito y tus necesidades.

No solo cada horno es un mundo, como se suele decir, sino que cada persona también lo es; eso es lo que nos hace diferentes, especiales y ahí, está la gracia de todo.

Para mí adquirir un horno, si tus circunstancias te lo permiten, es algo básico en la cocina; puedes hacer infinidad de recetas sanísimas, desde dulces hasta saladas y además de cocinar bien rico y saludable, sin comprar tantas cosas manufacturadas, te distraes y experimentas el arte de cocinar.

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